Hay Alternativas.

Efectivamente, mi intuición acerca de un exceso de ideología en el libro "Hay alternativas", ha quedado confirmado; lo cual no quiere decir, ni de lejos, que no esté documentado.

No obstante lo anterior y entrando en las 115 propuestas concretas, solamente por estar de acuerdo con el fondo de la primera, ya merece la pena comprar el libro.

Los autores formulan la propuesta de esta forma:

Constitución de un gobierno mundial que permita compensar y reducir el poder de los grupos privados internacionales, así como facilitar la instauración de un mundo diferente.

Yo preferiría esta formulación:

Constitución de un gobierno mundial para la gestión de sus competencias.

No se me escapan dos cuestiones:

Primera)

Posiblemente fuera preciso un proceso constitucional que asignara competencias a los gobiernos, derechos ciudadanos...etc. Por supuesto, el gobierno mundial debería de tener su fiscalidad, sin duda acabaría con los paraisos fiscales, tendría una moneda...etc

Segunda)

El camino para lograr ese gobierno mundial que hiciera frente a los problemas globales o comunes puede imaginarse de distintas formas:

1. A partir de una reforma drástica de la ONU
2. Siguiendo la propuesta formulada por Joaquin Costa (Un planeta, una economía, un gobierno) y que traté en el post del 26/4/2011 y reproduje en la pág 96 de "ALGO".
3. Otras vías...

En cualquier caso, los gobiernos nacionales y/o autonómicos no ganarán poder con un gobierno mundial: no estarán entusiasmados con la idea.