Vienen 50.001!.

Creo que le conocí en el 73; sus ademanes eran pausados, correctos y su hablar reposado; su estatura era mediana, fornido y lucia una poblada barba. La cosa no estaba para nombres y apellidos, de forma que después de un laberíntico recorrido llegamos a una casa de la Malvarrosa y mantuvimos la reunión en un piso posiblemente de estudiantes que tenia todo el aspecto de estar ya vacío.

Sin ánimo de ofender ni de alabar -en absoluto- pero como quiera que a las cosas en general y a las personas en particular, hay que ponerlas un nombre para referirse a ellas, este sindicalista fue nombrado como: el Apóstol.

Pues bien, además de la descripción amable y superficial realizada, pude comprobar como nuestro Apóstol tenía un problema de estimación numérica y por tanto de evaluación de situaciones. Este detalle para mi es muy desagradable hoy y antaño...también. La cualidad de no saber efectuar aproximaciones realistas invalida a un dirigente pues te llevará a situaciones no deseadas.

Esto que les he contado en primer lugar, es una asociación de ideas y en realidad me vino a la cabeza en tercer lugar.

La primera imagen es el cierre de la campaña municipal y autonómica en la sede de Blanquerías.

La segunda es la intervención de José Blanco, Secretario de Organización del  PSOE.

La tercera, el Apóstol en su aspecto menos gratificante, me vino a la cabeza a eso de las 10 de la noche del 27 de mayo pasado.