Una lectura estimulante.

 

Estoy leyendo "La venganza de la Tierra" de James Lovelock y he encontrado cuestiones estimulantes, aparte, claro está de conocer de primera mano su aportación que, en palabras, viene a ser que formamos parte de un sistema complejo dinámico que se autorregula; claro está, todo el mundo sabe -salvo algunos publicistas y sus seguidores- que estamos "rodeados" de limitaciones objetivas -no solamente por la limitaciones creativas-; consideramos el calor, por ejemplo; si el que escribió "no hay Limites"  metiera su índice izquierdo en un horno para cocer cerámica o pan, comprobaría como su cuerpo tiene unos claros límites y podría anotar con la otra mano a que temperatura su dedo prisionero comienza a arder -quizás sus sentidos habrían desconectado antes (¡ vaya, otro límite!)-.

Pues bien, JL afirma que la Tierra funciona como un sistema que  intenta regularse para mantenerse en el rango permitido; quizás "no sepa" por qué lo hace, pero lo hace. Al respecto pone el ejemplo del regulador a cojinetes de Watt o el  camello, que tienen en común su efectividad contrastada y, que se sepa, los cojinetes no son conscientes de su labor... posiblemente el camello tampoco.

En lo que he leído no aparece ni una ecuación pues se trata de divulgar, pero están detrás dado que en muchisimas ocasiones cita  modelos que han de explicar hechos admitidos.

"La quinta disciplina" de Peter M Senge, es un clásico introductorio -y profundo- a sistemas.

En fin, mi tema o preocupación:¿ que organización humana facilitará la retirada ordenada o retirada sostenible?.