Sociedad del espectáculo.
Hoy me he despertado y me han puesto la radio. Para que vaya con la orientación diaria, no vaya a ser que me pierda, los amables contertulios ya me dicen lo que está bien y mal, lo que es racista y lo que es machista, lo que es conservador y lo que es “guay”, progresista o moderno.
Hoy tocaba hablar de Batasuna y las listas electorales.
En este tema hay tres actores: la citada organización –porque puede actuar pidiendo, acatando…-, el Gobierno –porque puede actuar y “maniobrar”- y jueces –que tendrán que interpretar la vigente Ley de partidos-.
Para quien no está organizado y focalizado en ese tema, su acción real es muy limitada; para el conjunto de los humanos, al margen de organizaciones vinculadas al asunto, ese tema –aunque les importe- cae totalmente fuera de su esfera de actuación.
Pero hay que preocuparse de él; tienes que tomar “partido”…pelea, pelea….Está tan arraigada la sociedad del espectáculo que prácticamente desean que todos seamos actores en este gran plató: millones de extras!.
Cuando la radio enmudeció: ¡que descanso!.
A fin de cuentas, es un problema personal y un interruptor. Pero es dificil no verse envuelto en el constante bombardeo.
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