Refranes
Dice la introducción: “Breve y muy docta introducción a esta magnífica selección de perlas de sabiduría popular en la que se refuta la idea de que los refranes siempre dicen la verdad”. Está publicado por Oceano Travesía e ilustrado por Alejandro Magallanes.
Bien, pues discrepo en la mayor:
Pienso que los refranes no buscan “decir la verdad” si no proporcionar PAUTAS DE COMPORTAMIENTO que han dado resultado en muchas ocasiones.
Es muy diferente una y otra interpretación.
Y, ¿cómo es que hay refranes que aparentemente son contradictorios?. Pues porque las situaciones no son únicas, de forma que en ocasiones se acierta actuando de una forma y en ocasiones se acierta actuando de otra… o simplemente la suerte, el azar, o el “pasaba por allí” hacen el resto.
No juzgues a un libro por su cubierta | Por las plumas se conoce al ave. |
Al que madruga, Dios lo ayuda | No por mucho madrugar amanece más temprano. |
Al que no habla, Dios no le escucha | En boca cerrada no entran moscas |
El que la hace la paga | Pagan justos por pecadores |
Quien ríe el último, ríe mejor | El que pega primero, pega dos veces. |
Más vale malo conocido que bueno por conocer | El que no arriesga, no gana |
Arrímate a los buenos y serás uno de ellos | Árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza. |
Crea fama y échate a dormir | Camarón que se duerme se lo lleva la corriente |
Desgracia compartida, es menos sentida | Mal de mucho consuelo de tontos |
Pero, ¿Y cómo saber si he de “madrugar” o no?; podríamos parafrasear aquel dicho u oración:
«Dame fuerza para madrugar, dame paciencia para seguir en la cama ... y dame inteligencia para saber cuándo debo hacer una cosa o la otra».
¿no?.
Decidir es lo que tiene.
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